domingo, 19 de enero de 2014

Los deseos de una golondrina

Es una tarde de Enero, calurosa y muy triste. Soy una hermosa golondrina, encerrada en una jaula de oro, carente de todo cariño, de todo consuelo y, por su puesto de toda felicidad. Yo solía tener un pecho hinchado, orgullosa, yo creí tener un cuerpo perfecto, un alma perfecta, yo quería ser especial. Pero ahora me vuelvo aquí, miro mi agitado alrededor, me confunden, todos están locos, todos están dementes, todos están intranquilos, y yo con las alas rotas no puedo huir, quiero escapar y olvidarme de todo, quiero gritar y quiero   sentir que estoy muy cuerda (aunque no sea cierto), quiero correr y sentir el césped mojado contra mi piel, quiero tener la prueba de que estoy viva, quiero cantarle a todo el mundo, quiero que me mires, quiero que me beses, quiero que me lleves a París, quiero ser tu dulce golondrina, y que tu seas mi agridulce amor.

adiós PCM

No hay comentarios.:

Publicar un comentario