domingo, 23 de agosto de 2015

Hay veces en que tu día cambia, de la nada te salen alas y eres una mariposa o una hada, o una maripohada, no sé. Estas tan conectada que sientes cada latido de tu corazón y cada río en las arterias, cada suspiro dentro y fuera de los grumosos pulmones.
Crees que ya te conoces ( y eso si que es  una visión, premonición, digna de una clarividente) .
Te enamoras de la nubes, de los colores, de los sonidos, de los sabores. Te enamoras del mismo amor y amas tanto que no sabes como repartir en fracciones lo que te hace temblar. ¡Pero qué felicidad!

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